La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el consumo del aspartamo, un edulcorante no nutritivo “posiblemente cancerígeno” que se utiliza desde 1980 en diferentes tipos de productos: gaseosas con bajas calorías, alimentos preparados, chicles, gelatinas y pastillas para la tos, etc.
En una conferencia de prensa previa al anuncio, el jefe de nutrición de la OMS, Francesco Branca, trató de ayudar a los consumidores a entender las declaraciones aparentemente contradictorias, en especial para quienes buscan edulcorantes artificiales para evitar el azúcar: "Si los consumidores se enfrentan a la decisión de tomar refrescos gasificados con edulcorantes o uno con azúcar, creo que debería considerarse una tercera opción, que es beber agua en su lugar".
"Nuestros resultados no indican que el consumo ocasional pueda representar un riesgo para la mayoría de los consumidores", remarcó Branca.
El equipo de expertos, liderado por la epidemióloga Mary Schubauer-Berigan, realizó una "identificación de riesgos" del aspartamo en relación con la carcinogénesis. Esta identificación se enfoca en identificar las propiedades específicas del agente que podrían causar daño, pero no se considera una evaluación de riesgos concluyente.
Como resultado, el aspartamo ha sido clasificado en la categoría del Grupo 2B, lo que significa que es "posiblemente cancerígeno para el ser humano". Sin embargo, hasta el momento, las pruebas obtenidas no son concluyentes.
Schubauer-Berigan indicó que el consumo de aspartamo puede aumentar el riesgo de carcinoma hepatocelular, un tipo de cáncer de hígado. Pero, la evidencia de esta asociación se basa en experimentos en animales, como ratones y ratas, y se considera "limitada".
El análisis de los riesgos del aspartamo
El Comité Mixto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS y la Agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación también analizó los riesgos del aspartamo y concluyó que no hay necesidad de modificar la dosis diaria permitida establecida en 1981, que es de un máximo de 40 miligramos por kilogramo de peso corporal.
Esto implica que un adulto de 70 kilos tenga que consumir entre 9 y 14 latas de una gaseosa light, que contenga entre 200 y 300 miligramos de aspartamo, para superar el límite establecido.